El trabajo explora algunos aspectos de la dramaturgia trágica calderoniana de la década 1623-1633, adoptando una perspectiva diacrónica e intertextual. El corpus estudiado incluye Judas Macabeo, La gran Cenobia, La devoción de la cruz, La vida es sueño. Un análisis comparado de estas piezas muestra que el joven Calderón va experimentando distintas «formas» de lo trágico: a un primer momento, en el que se aparta de la dramaturgia de signo trágico del Lope contemporáneo para reactivar elementos típicos de la tragedia renacentista, sigue una fase más madura caracterizada por la asimilación, reelaboración y reescritura de unos tipos de intriga ya utilizados por Lope, fase de la que La vida es sueño es uno de los productos más logrados. La comparación con los posibles hipotextos lopianos muestra, entre otras cosas, la asimilación y el manejo original por Calderón del paradigma aristotélico de la tragedia.