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Spanish
ID: <
10670/1.dro2lo>
Abstract
Seis días antes de sufrir el ataque cerebral que le apartaría definitivamente de su vida activa, el P. Pedro Arrupe asistió en Manila a la celebración del cuarto centenario de la llegada de los jesuitas a Filipinas. En la homilía que pronunció en aquella ocasión abordó, de forma sintética y ya por última vez en público, algunos de los temas a los que había consagrado su Generalato: servicio de la fe y promoción de la justicia, inculturación de la fe, audacia apostólica, fidelidad al carisma y a la tradición, junto a capacidad de responder a las necesidades del momento presente: en una palabra, servicio a la Iglesia y al mundo de hoy.