Article
Spanish
ID: <
10670/1.r6avu1>
Abstract
En el emblemático año de 2001 se publica La villa de César Aira. Esta novela funciona como un dispositivo óptico que permite visibilizar ciertas contusiones en el entramado social y sus efectos a partir de un trabajo con lo residual como contenido y como material. Lo residual se materializa en la novela en tres niveles. A nivel de la trama, La villa tiene como espacio el vertedero de la ciudad, habitado por personajes supernumerarios y anodinos que guardan, no obstante, un inquietante potencial. A nivel formal, Aira acude a matrices genéricas desgastadas, tales como el policial, el fairy tale, y lo televisivo. A nivel de los imaginarios que evoca, La villa trabaja con los lugares comunes privilegiados de la clase media. Estas tres inflexiones de lo residual se superponen configurando un pequeño fresco, un ramillete de historias que se entrecruzan por la lógica –mágica e implacable– de la ficción.