Article
Spanish
ID: <
10670/1.xjaijc>
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DOI: <
10.16921/chasqui.v0i131.2895>
Abstract
La urgencia por avanzar en la consolidación de “otra comunicología posible” no obedece a un atomismo coyuntural, ni tampoco puede asumirse como pretensión exclusiva del campo de la comunicación. Esta agenda se suma a un proceso de diagnóstico sistemático, cuyo marco referencial debe, obligatoriamente, considerar las luchas anticoloniales de los “condenados de la tierra” (Fanon, 2001) y, posteriormente, los esfuerzos político-epistémicos que desde diversos campos del saber se vienen efectuado a través de un compromiso ético y praxeológico por la descolonización del conocimiento y del mundo. Este diagnóstico ha logrado develar los perjuicios que trae consigo la reproducción alienada de modelos epistemológicos vinculados a la racionalidad moderna-colonial, cuyos dispositivos de producción y regulación del saber/verdad/poder han operado a lo largo de la historia a partir de tecnologías de silenciamiento y anulación de las experiencias y saberes que, desde locus de enunciación periféricos y disidentes, se constituyen como formas otras de construcción, interpretación y transformación de la realidad.