RESUMEN– A pesar de que la gobernabilidad ha sido discutida con frecuencia, son pocos los acuerdos sobre su definición. Con los cambios democráticos ocurridos desde fines de los años ochenta del siglo pasado, cada vez hay aun mayor acuerdo en aplicarlo a los problemas propios de operación gubernamental, en cuanto a la formulación y aplicación de políticas públicas. La perspectiva supone analizar las atribuciones y relaciones de los poderes legislativo y ejecutivo que determinan la aprobación de iniciativas que afectarían el funcionamiento del gobierno. La experiencia mexicana ofrece una oportunidad para examinar estas relaciones, no sólo por su reconocida estabilidad institucional, sino por su reciente cambio democrático. El ensayo demuestra que el diseño institucional que estuvo en marcha durante el autoritarismo no ha experimentado cambios estructurales que faciliten la comunicación de los poderes y, por el contrario, se ve afectado por la incertidumbre político-electoral.