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Spanish
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Abstract
En el período comprendido entre la supresión y la restauración de la Compañía de Jesús, los jesuitas expulsos desarrollaron acciones heterogéneas para promover la restauración de la orden y afianzar su identidad. En este contexto, el Padre Gaspar Juárez, exiliado en Italia, promovió los cultos y perduración de la orden a ambos lados del Atlántico. A través de redes privadas, Juárez favoreció la circulación de ideas, imágenes, objetos devocionales, libros y documentos pontificios. Estos bienes resultaron ser efectivos para alcanzar sus objetivos en Córdoba, Buenos Aires y Roma. A partir de la circulación de epístolas entre el Padre Juárez residente en Roma, su benefactor cordobés Ambrosio Funes y la continuadora de los ejercicios ignacianos en Buenos Aires, María Antonia de la Paz y Figueroa nos proponemos analizar los modos por los cuales imágenes y objetos devocionales fueron intercambiados y valorados en estrategias tendientes a promover cultos y prácticas de la suprimida Compañía de Jesús en las esferas de influencia local. En este sentido, analizaremos los modos por los cuales estas imágenes y objetos devocionales fueron resignificados en función de la obtención de beneficios personales.