Article
Spanish
ID: <
http://hdl.handle.net/10261/245379>
Abstract
Aunque el Neolítico parte de ciertos elementos comunes (expansión demográfica, domesticación de plantas y animales, innovaciones tecnológicas, etc.) entender cómo vivían las mujeres y qué implicaba socialmente ser mujer es un viaje enraizado en la heterogeneidad y amplitud temporal de la neolitización. Durante este proceso los distintos grupos humanos encontraron y desarrollaron soluciones muy diversas para adaptar sus prácticas agropecuarias a diferentes nichos ecológicos y gestionar los cambios derivados del sedentarismo, el crecimiento demográfico, la territorialización y el incremento de los excedentes agrícolas. En este contexto los procesos de construcción de nuevas identidades de género fueron un elemento clave en el desarrollo de estas nuevas formas de organización social.