For the first time within living memory, the rural Roman Catholic parish of Talavera in the south-central Peruvian Andes features only native clergy. By placing the Talaveran Catholic priests in theological and historical context, this article shows how this current generation of Catholic priests in Talavera must be understood within the context of the post–Vatican II Catholic Church in Latin America, which explicitly encouraged the training of native clergy and recast the relationship between the sacramental and the human as mutually compatible and constitutive. Although such initiatives are generally associated with liberal parishes unlike Talavera, the nouvelle theology that shaped Vatican II nevertheless meant that the dual nature of the Roman Catholic priesthood—as concretely human but also ineffably sacramental—fundamentally shapes the lay relationship with the Catholic priests in Talavera, too. The resulting tension between the priest as a sacramental mediator to the divine and the priest as a human man is continually renegotiated by laity and clergy alike, and is essential to understanding Catholic priests in Latin America and how lay parishioners experience the Catholic priesthood.   Resumen Por la primera vez que se recuerde, la parroquia rural de Talavera en los Andes del centro-sur de Peru se presenta con un clero nativo. En este artículo, se pone los sacerdotes católicos de Talavera en un contexto histórico y teológico, y así muestra cómo entender esta generación de curas a la luz del Concilio Vaticano II y los cambios que efectuó en la Iglesia Católica en América Latina. Dichos cambios animaron a la Iglesia que se forme un clero nativo y reestructuraron la relación entre lo humano y lo sacramental como mutuamente constituidos. Tales iniciativas se asocian normalmente con parroquias liberales y Talavera es una parroquia conservadora, pero la nouvelle teología que dio forma al Concilio significa que la naturaleza dual del sacerdocio como concretamente humano y también inefablemente sacramental todavía moldea la relación entre los laicos y los padres en Talavera. Esta tensión resultante entre el sacerdote como un mediador sacramental y el sacerdote como un hombre humano es continuamente renegociado por los laicos tanto como los curas, y es esencial para entender los sacerdotes católicos en Latino América y la experiencia de los feligreses del sacerdocio católico.